jueves, 7 de octubre de 2010

Como un chasquido de dedos


A principio de los años 90 yo estaba buscando trabajo. Shivamai se enteró, y me llamó porque se había reencontrado con una antigua conocida; que apenas la vio había sabido que tenía que presentarnos, y que ya que yo estaba sin trabajo y ella tenía una empresa, le parecía una buena idea que yo trabajara ahí.

El trabajo era todo lo contrario de lo que yo quería: haciendo ventas, sin sueldo fijo, sin cartera de clientes, sin un producto competitivo que vender, en un rubro que yo desconocía por completo. Igual lo acepté agradecido.

Para esta mujer tenerme de empleado tampoco le era beneficioso, pero ella debe haber aceptado igual que yo, suponiendo algún motivo más allá de nuestro entendimiento.

A partir de ahí se dieron dos situaciones:

Por un lado, Shivamai se la pasaba repitiendo a todo el mundo que yo me iba a convertir en un gran empresario, que mi futuro era prometedor y otras maravillas. A partir de ahí, varios en Pratibha me repetían lo que ella decía, felicitándome por adelantado.

Por otro lado, yo me ponía el traje, iba a la oficina todos los días, llamaba a posibles clientes levantados de las páginas doradas y trataba de cerrar una operación. Nunca tuve éxito. Ni una sola vez cerré un trato ni cobré un peso.

De alguna manera extraña, aunque lo que cobraba mi mujer entonces no alcanzaba ni para cubrir el alquiler, nunca nos faltó lo indispensable para vivir razonablemente.

El tiempo pasaba y los fracasos eran cada vez más frustrantes. Así y todo no quería dejar el puesto, por el mismo motivo por el que lo había aceptado en primer lugar.

Después de nueve meses dije basta. No podía más, era desesperante. No entendía qué había pasado, tenía muchas ganas de que Shivamai me diera una larga explicación de por qué las cosas habían salido así. En cambio, ella no parecía tener ninguna necesidad de explicarme nada y nunca había vuelto a hablar al respecto.

Tardé un tiempo en encontrar una situación como para preguntarle. Cuando por fin lo hice, sentados a solas, descargué mis nueve meses de desconcierto pidiéndole una explicación. Ella me contestó, “yo creo que es un karma que se fue así”, y chasqueó los dedos.

Así dio por terminada la conversación. Nunca más hablamos del tema.
Leer más...

sábado, 18 de septiembre de 2010

"Solo vive de verdad aquel que vive para los demás" (Swami Vivekananda)

de Ricardo Hardoy

Transcribo algo que escribí sobre nuestra (por favor dejame que diga nuestra) querida Shiva Mai.

Ella es la única mujer argentina que conocí que tuvo la inspiración, la habilidad y la extraordinaria fuerza de voluntad necesarias para traer a nuestro país, de mayoría católica, un mensaje de la milenaria cultura espiritual de la India y transmitirlo a decenas de argentinos y argentinas que lo hicieron propio, dando a sus vidas un giro de ciento ochenta grados, transformando su extroversión en un canto para el alma, en una búsqueda interior casi impensable para nuestra idiosincracia futbolera y discutidora.

Shiva Mai demostró que la verdadera espiritualidad no tiene nacionalidad y con una valentía indeclinable bramó a los cuatro vientos el mensaje de una devoción a Dios sin fronteras ni dogmas particulares.

Sin la menor vacilación, dedicó su vida a la ardua tarea de hacernos comprender aquello que dijera el Swami Vivekananda, que solo vive de verdad aquel que vive para los demás y que el resto está más muerto que vivo, y dejó un legado en la mente de cada uno de sus discípulos con el sello imborrable de la genuina búsqueda interior.

Supo ser una magnífica arquitecta de hombres y mujeres, moldeando sus mentes con su dulce e intensa voz, con su inspirador toque y con su ejemplo, dando nueva forma al carácter de quienes tuvieron el privilegio de buscar su compañía.

Su vida y su prédica han dejado un inigualable tesoro en el corazón de quienes recibieron su guía y su cariño, un tesoro que nadie va a poder robar, que nada va a poder deteriorar y que, con el paso del tiempo, solo se va a acrecentar.

Un abrazo,

Ricardo
Leer más...

domingo, 12 de septiembre de 2010

Shivamai visita a Zulma Faiad

Shivamai, esta vez invitada al programa de Zulma Faiad, en el año 1993.
Gracias SiddhaRobert por compartir todo este material en Youtube!



. Leer más...

sábado, 4 de septiembre de 2010

Todo está sujeto a cambio


Shivamai siempre repetía: “todo está sujeto a cambio”.
Cuando uno aprende algo a través de una experiencia, la mente tiene la tendencia a tomar eso como una verdad estática y eterna, y espera que siempre se mantenga así.
Pero el mundo es dinámico, siempre cambiante. Nosotros mismos también lo somos, y lo sabemos. A pesar de eso, cuando nos enfrentamos a que las cosas no son como esperamos nos sentimos frustrados o dolidos.
“Todo está sujeto a cambio” funciona como un antídoto contra esta actitud mental equivocada.

Hay cientos de ejemplos, ocasiones en que ella aconsejaba una cosa, y en otro momento decía lo contrario. Nos preparaba, creo yo, a que estemos siempre alertas, siempre capaces de discernir por nuestra propia cuenta, viviendo el momento presente.
En los años 90, cuando la Fundación estaba en Estados Unidos al 2400, había una Sala de Meditación. Si la Fundación entera era un lugar con una energía muy auspiciosa, en esta Sala de Meditación la shakti (energía o poder) lo era más aún: uno de esos lugares benditos en los que la mente se calma automáticamente.
 

Shivamai hacía mucho hincapié en que, al llegar a Pratibha, lo primero que debíamos hacer era ir a la Sala a meditar aunque fuera un rato. Incluso tenían que hacerlo también quienes residían ahí de manera permanente. En la Recepción había enmarcada una nota escrita de su puño y letra: “Cuando llegues, antes de comenzar lo que venís a hacer a la Fundación, pasá a la Sala de Meditación unos minutos, y si sos residente también. Si leés esto por favor comentalo a otros. Shivamai”





Insistió durante mucho tiempo en que tener esa Sala era un gran privilegio que no podíamos desaprovechar, y que era fundamental para que pudiéramos hacer nuestro servicio en la Fundacion de la manera correcta.
 

Pero hasta esto también cambió. Un tiempo después, Pratibha era un lugar de pura actividad que no tenía Sala de Meditación. Una vez me encontró meditando frente a una puja (altar). Me hizo levantar y me dijo: “Acá se viene a hacer servicio. Si querés meditar, andá a tu casa.”
Leer más...

viernes, 3 de septiembre de 2010

El Toldo


Han pasado muchos años y aún me cuesta hablar de este episodio.
La Fundación Pratibha funcionaba desde hacía poco en la casa de la Orden Ramakrishna. Era una casa muy antigua de estilo chorizo con un gran patio.
Por aquella época me tocó estar a cargo de la Dirección de la Fundación junto con mi amiga Graciela Dizac.
Shivamai venía a Buenos Aires en contadas oportunidades y daba un programa denominado “Shakti Yoga”. En una de sus visitas nos dijo: “Habría que cubrir este patio con un toldo, para poder usar este lugar para dar programas”.

Nosotras contestamos que cotizaríamos el trabajo y lo haríamos según los fondos disponibles -dábamos vueltas para concretar las cosas desde los inicios.
Nuestra actitud para dar respuesta no fue la mejor, no fue la correcta, no entendimos lo que significa el pedido de un Maestro.
Al poco tiempo llegó Shivamai para hacer un Shakti Yoga, y decidió celebrarlo en el patio. El toldo no estaba construido.
Nadie imagina lo que yo sentí con su mirada cuando nos dijo: “Pero cómo, ¿no hicieron el toldo?” Fue un profundo dolor, un fracaso, una falta imperdonable para con alguien que lo entrega todo.
Pero lo más fuerte de la experiencia estaba por venir.
Llego el día. Un sábado a la tarde se abrieron las puertas de la casa para recibir a cientos de personas que aguardaban entrar para recibir “Shakti Yoga”.
El cielo estaba despejado, con algunas nubes pequeñas por cierto. Comienzó el programa. Contemplé a Shivamai sentada en medio del patio tocando a cada persona con las plumas de pavo real, cuando detecté tremendas gotas de lluvia estrellándose contra el suelo y sobre el cuerpo de mi Maestra.
Me sentí morir.
En el cielo, que estaba absolutamente despejado, había una gran nube oscura posada justo arriba de ella, que descargaba como lanzas sus gotas de lluvia, en un perfecto chaparrón.
Muy pronto comenzaron a llegar los paraguas para Shivamai.
No podía creer lo que estaba pasando. La lección fue aprendida con experiencia directa.
 

Un antiguo dicho reza:
Hay tres clases de discípulos,
Los que hacen lo que el Maestro quiere antes de que se los pida.
Los que hacen lo que el Maestro quiere cuando el Maestro se los pide.
Los que no hacen lo que el Maestro quiere ni aunque se los pida.
Yo era de tercera clase.
Si tenés la Gracia en esta vida de haber tenido un Maestro, hacé todos los esfuerzos, sacrificios y renuncias necesarios y ¡date cuenta!, antes de que sea demasiado tarde, para ser un discípulo de primera clase.

¡Gracias Shivamai! A tu servicio siempre.
Leer más...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

jueves, 26 de agosto de 2010

Una experiencia personal

de Rayim
En Maha Yoga Tucumán, la página en la que comunican sus actividades de difusión del Maha Yoga en esa región, Rayim publicó un hermoso texto sobre Shivamai. Lo transcribimos:

Existen experiencias que no pueden ser pronunciadas, simplemente porque no hay palabras que las traduzcan. El constante recuerdo de los grandes seres que han dejado huellas de Amor en la humanidad y en los corazones nos eleva en conciencia y su ejemplo de vida arroja luz sobre este sendero a veces en penumbras y sin manual que es la vida.

Shivamai fue uno de esos grandes seres que simplemente irradiaban luz y amor. Su cercanía con lo Divino, hacía que como abejas a la miel, todos los que estuvimos cerca necesitáramos su amorosa compañía. A pesar de que ella nos instaba a ser autosuficientes y no depender de nada ni de nadie, sino de nuestro propio contacto interno con el Ser (“El Gran Maestro de Maestros”) la alegría que provocaba su presencia era inspiradora y reconfortante.

Hablar de Shivamai es siempre quedarse corto en palabras, ya que estar con ella era toda una experiencia. El corazón nos latía rápido y decíamos y hacíamos cosas que a veces no queríamos. Su energía era intensa. ¡Ella lo sabía y por eso siempre reía!

También y sobre todo, era “Shiva” (Shiva es la energía que destruye la ignorancia de no saber quiénes somos), y se mostraba con una personalidad fuerte cuando hacía falta. En su profundo amor no dudaba en corregirnos, como una madre que desea lo mejor para sus hijos. Shivamai significa eso “la energía amorosa del Ser, la Madre Divina” que a veces cuando nuestros egos salían a flote y hacían de las suyas, allí estaba Ella para poner las cosas en su lugar. Hoy no está, y esto trae a mi memoria sus palabras: “¿qué van a hacer cuando yo no esté?” algo que nos decía cada vez que, en vez de usar nuestro discernimiento, acudíamos a ella, como niños que buscan cualquier excusa para ser atendidos y solicitar su atención.

Su mensaje fue “conócete a ti mismo, da dos pasos hacia tu corazón, allí está la morada de la experiencia más dichosa”.

Cuando la conocí, estaba dando un programa llamado Energetización Masiva, y habría unas mil personas. En mi segundo intento tuve una experiencia reveladora, mientras Ella hablaba sentí un sonido, algo así como un ¡clic! y una extraordinaria sensación expansiva en mi corazón. No sé qué fue, pero nunca en mi vida había sentido eso. Y luego mucha felicidad. Indescriptible.

Cuando terminó el programa, ella estaba en el escenario charlando con algunas personas, me animé y me presenté… estaba realmente conmocionado y le conté toda la secuencia de cosas. Ella tenía un cuerpo de porte grande pero le aseguro que ahí media unos varios centímetros más. Su rostro estaba completamente iluminado por su sonrisa. Luego que terminó de escucharme, sus ojos relucían con esplendor y alegría, lanzó una carcajada ¡y me dio un abrazo!… cuyo voltaje era como si me hubiera abrazado toda una central eléctrica (Shivamai era un vehiculo para la manifestación de esa energía intensa)

Quedé temblando; me había dado la bienvenida, con todo su Amor, su Respeto y con todo su Corazón, a su manera, sin reserva. Por entonces yo no entendía lo que pasaba, pero era tal la felicidad que no me importaba entender, ni quería correr el riesgo de arruinarla con argumentaciones mentales. Estaba por primera vez en toda mi vida TOTAL, ABSOLUTA Y ENTREGADAMENTE FELIZ. Esta experiencia trascendió los límites de mi racionalidad y me llevó hacia las tierras del Ser, dándome una pequeñísima vislumbre de esa realidad.

Ella es parte de mí y de muchos otros.
Ella me dio otra visión de mi mismo: una extraordinariamente inmensa, y desde ese momento mi vida cambió para siempre. “Desperté” de ese sueño eterno, y aunque aún me duerma de vez en cuando sus ojos profundos de cielo están fijos en mi memoria como dos luces, recordándome una vez más la ruta a seguir. Ojalá quien lea esto tenga la oportunidad de toparse con un Ser semejante.

Pasaron muchos años desde su partida, sin embargo su presencia está más fuerte que nunca en su labor. Maha Yoga Tucumán es parte y fruto de su abnegada tarea hacia la humanidad. Honramos su inmenso trabajo con el nuestro.

Al servicio del Ser.
Rayim
Leer más...

Transformar piedras en diamantes

Devoto de Pehuajó

Yo conocí a Shivamai personalmente el veintiocho de enero de mil novecientos noventa y cinco. Por ese entonces era un joven de apenas diecinueve años. Grande fue la sorpresa cuando me enteré que aquella señora a quien venía escuchando por Radio Nacional de Buenos Aires desde hacía tiempo, comenzaba a dar sus programas de” experiencia directa” en mi lugar de residencia, Pehuajó.

Cuando llegué al sitio donde se desarrollaría el evento, El Salón Blanco de nuestra Municipalidad, me encontré con una “interminable” fila de gente que esperaba ansiosa la llega de la Maestra. Me ubiqué en el más favorable de los pocos lugares vacíos que quedaban y al cabo de unos minutos comenzó el programa.

La enseñanza fue intensa, cargada de un profundo y extraño sentimiento que explotaba en los corazones de los presentes en forma de Dicha Suprema. En ese momento intuí que nada volvería a ser como antes… y nada fue como antes.

Luego de este primer encuentro, vino otro y otro y con cada uno de ellos, algo en mi interior se iba modificando. Comenzaron las llamativas experiencias cuando realizaba la meditación y que hasta un tiempo después no habría sabido darles una explicación lógica. Corrían los primeros días del año mil novecientos noventa y siete cuando llegó a mis manos un libro de quien fuera su primer Maestro, titulado Luz en el camino (o algo así, no recuerdo). Lleno de euforia comencé a devorarlo y el rompecabezas comenzó a armarse como por arte de “magia”. Y así me di cuenta de que la magia no era magia sino que era realidad, una realidad más nítida y palpable que la que me rodeaba. Luego de esto, todo lo metafísico me parecía natural (el toque de Shiva penetrando mi cuerpo, llegando a lo más profundo de mi espíritu, los estados de felicidad sin motivo aparente, los reiterados sueños con Santos y Devas, mi Kundalini ascendiendo sin control hasta mi entrecejo, las visiones...las presencias Divinas.

Comprendí quién era Shiva, cuál había sido Su servicio en nuestras vidas.
A casi diez años de Su partida de este plano físico la sigo recordando cada día como lo que era, una Verdadera Maestra Espiritual, capaz de transformar la más insignificante piedra en diamante.
Leer más...

lunes, 23 de agosto de 2010

Shivamai y los mentholyptus


Bosques, sierras, aromas únicos, aire puro y el interminable canto de los pájaros nos recibían mientras caminábamos esas cuadras “de campo” hasta llegar a Shanti (Casa de paz). Shivamai daba “Intenso Despertar” (despertar de la conciencia a través del toque).
La casa que nos albergaba a todos era pequeña pero llena de amor y una energía incomparable. Estar en Shanti era como ir un tiempo al paraíso.
La atmósfera que se establecía en el lugar, previo al “Intenso Despertar”, no era conocida en este mundo. Realmente era un privilegio participar de estos eventos.

Era la mañana del “Intenso” y todos estábamos sentados esperando la entrada de Shivamai. Sus pasos se percibían distintos que el de cualquier humano y todos sentíamos que el piso temblaba a medida que se acercaba a la casa.
El momento tan esperado comenzó. Y así, cumpliendo el mandato de su Maestro y tal como Él lo hiciera, mi amada Shivamai comenzó a dar el toque (Shaktipat) a cada uno.
Lo que estábamos viviendo es incontable. Difícilmente haya alguna experiencia en este mundo que pueda semejarse a esta.
 
Si bien tuve la gracia de estar en varios “Intensos”, y todos ser distintos para mi, este guarda una episodio muy particular, digno de ser contado.
Un señor llevaba en el bolsillo de su camisa un paquete de caramelos tipo Halls Mentholyptus. Al recibir el “toque” de Shivamai ocurrió algo increíble. Vaya a saber por qué, los caramelos ubicados junto a su pecho se fundieron y comenzaron a derramarse como líquido tibio sobre su cuerpo. Este hombre, sumergido profundamente en la experiencia y sin saber lo que en verdad ocurría comenzó a gritar: “¡Shiva! ¡Shiva! ¡Me voy en sangre!”
Inmediatamente fue asistido, comprobando todos el fenómeno ocurrido.

Las experiencias internas vividas en estos programas eran profundas e increíbles. Pero parece que a veces hace falta comprobar con una experiencia externa el poder del Shaktipat que estábamos recibiendo. Y eso es lo que vivió este grupo.
Hace poco, recordando este episodio, indagamos con profesionales a qué temperatura se funden estos caramelos. Nos contestaron: “Para ablandarlos se necesitan más o menos 80 grados, pero para fundirlos hay que tener más de 120 grados de temperatura.”

¡Sadgurunath Marajah Ki Jai!
Leer más...

sábado, 14 de agosto de 2010

Shivamai Canta a la Mañana


A principios de los noventa ya habíamos recibido la instrucción de cantar la Guru Gita a primera hora de la mañana, pero lo hacíamos muy poco.

Una vez, hablando de cosas varias, Vicky le dijo a Shivamai que le molestaba mucho un pajarito que la despertaba a la madrugada.

“Que no te moleste. Soy yo, cantando la Guru Gita en tu ventana”, le contestó Shivamai.
Leer más...

miércoles, 11 de agosto de 2010

Documental sobre Shivamai

Eduardo Borello hizo hace algún tiempo un documental sobre Shivamai.
Hoy tiene una página para difusión de Televisión Conciencia: http://www.evolucionarios.tv. Los invitamos a visitarla y conocer el material que Eduardo ayuda a difundir.
Este es el link para ver el documental.


Eduardo comenta: "Creadora de la FUNDACIÓN PRATIBHA, dedicada al desarrollo integral del hombre, dedicó su conocimiento al ayudar a despertar a miles de personas sin condiciones de credos, ideologías, razas o clase social. Un ejemplo de amor y sabiduría, para mí y tantos otros."
Leer más...

domingo, 8 de agosto de 2010

Yo también conocí a Shivamai

de Eduardo Borello

Conocí a Shivamai hace mucho tiempo, sin embargo es tan poco en la historia del mundo, no?

Mi amigo y hermano Carlos Garófalo, me invitó a un “Despertar”. Y yo, siempre curioso, me pregunté: ¿A qué despertar se referirá?

Llegué a un cálido departamento en el barrio de Caballito, con un sol maravilloso entrando por la ventana. Había mucha gente sentada en el piso, en loto y una mujer de unos 40 años, arropada en una túnica y sentada en silencio, de espaldas a la ventana luminosa.

Me senté y comenzamos a entonar el OM. Y ella también. ¡Jamás había escuchado un caudal de voz más amplio! ¡Su voz era poder puro! Y poco a poco, el sonido primordial se ensambló y ya no había muchas voces entonándolo. Había una voz o si se quiere, un caudal, una corriente, una energía que lo llenaba todo. Y todo era luz y sonido. Pero lo más sorprendente para mí, fue que sentí que algo me estaba traccionando hacia arriba, en forma de espiral, saliendo por mi chakra corona. ¡Me sentí el corcho y la botella, que era yo mismo, y de pronto me sentí volar! ¡Ahora sabía lo que era despertar!

No volví a verla por un tiempo largo; estratagema que elegí para poder sostener la energía de cambio y despertar que ella personificó para mí, en cada encuentro. Y volví una y muchas veces. Shakti; Lakshmi; Conciertos; Despertares, Canto de Mantras, en fin todas actividades power.

Y lo que siempre quedará grabado en mí es su recepción a mi ser, con una sonrisa abierta y ojos penetrantes: “¿Otra vez por acá, vos?” (Como si fuera un niño que no aprendía la lección y venía por más…)

Así fue y así es, en mí, en mi paso por la Tierra y en mis encuentros con ella.

Mi mas sincero recuerdo de amor y reconocimiento a Shivamai.
Leer más...

sábado, 7 de agosto de 2010

Oración Universal

La Oración Universal cantada por Shivamai. ¡Gracias SiddhaRobert una vez más!



Para la traducción al castellano,

ORACIÓN UNIVERSAL

Que los malos se vuelvan buenos, que los buenos obtengan paz, que los pacíficos se liberen de sus cadenas, que los liberados liberen a los demás.

Benditos sean los súbditos de los que gobiernan, y que estos grandes hombres gobiernen la tierra con justicia. Que siempre haya bienestar para los animales y para los hombres santos. Que todo el mundo sea feliz.

Que llueva en el momento apropiado, que la tierra tenga graneros repletos de grano; que en este país no haya desórdenes, que los hombres santos se liberen de la persecución.

Que todo el mundo sea feliz y goce de buena salud, que todos vean sólo cosas favorables, que no sufra nadie.

Que todo el mundo supere sus dificultades y vea solamente signos favorables, que se satisfagan los deseos de todos, que se alegren todos en todas partes.

Benditos sean nuestros padres, benditos los campos, los animales, los trabajadores. Que todo lo nuestro florezca siendo una ayuda para el conocimiento, y que veamos el sol por mucho tiempo.

Om. Paz. Paz. Paz.


Leer más...

Shivamai en Pehuajó

En 1994 Shivamai viajó a la ciudad de Pehuajó.

“Pehuajó sufre porque ha perdido el contacto con la fuerza poderosa de su tierra”, cuentan que les dijo. Y siguió visitándolos.

Hoy muchos pehuajenses la recuerdan en una hermosa página que reúne al Grupo de Estudio Ramakrishna-Vedanta Pehuajó.

Los invitamos a visitar http://www.ramakrishnavedantapehuajo.tk/ y conocer sus actividades, y su amoroso recuerdo del paso de Shivamai por su ciudad.
Leer más...

miércoles, 4 de agosto de 2010

El Poder del Canto


Había programa en Villa Gesell. Nuestro servicio, llevar y traer a Shivamai en nuestro auto.
Partimos de la Sierra en un día hermoso de sol, fuimos charlando y haciendo bromas.
Como siempre, llegamos y ya estaba todo organizado, mucha gente haciendo servicio. El programa fue maravilloso. Finalizó como a las 8 de la noche y emprendimos el regreso hacia Sierra de los Padres. Pero en un momento en medio de la ruta, el coche comenzó a fallar.

Shivamai pareció no haberse dado cuenta (al menos eso creíamos nosotros); dejamos de hacer comentarios del programa y vió que nuestras caras comenzaron a cambiar. Ella seguía totalmente despreocupada; pero nosotros no.
Nuestras mente eran un torbellino, qué hacíamos si no podíamos seguir, ¡cómo nos podía pasar esto justo cuando teníamos semejante seva!
El auto fallaba cada vez más. En un momento, faltando bastante todavía para llegar, Shivamai se da vuelta y le dice a Vikas, que iba en el asiento trasero, “¡vamos a cantar!”.
Comenzamos a cantar y cantar, y el tiempo y los kilómetros seguían pasando. Llegamos a Mar del Plata, y le digo: “Shivamai, ¿qué hacemos? ¿Seguimos a Sierra?”
“¡Por supuesto!”, nos responde.
Seguimos cantando cada vez con más fuerza, más shakti, el auto parecía volar. Ya estábamos en la entrada de Sierra de los Padres. Justo allí el coche se paró. Shivamai se quedó callada, nosotros también. “¿Y ahora qué hacemos?” Un silencio total, y comenzó a cantar Om Namah Shivaya. Le di arranque y, oh sorpresa, el coche arrancó. Seguimos por el acceso, comenzamos a subir. En el auto parecíamos ir a caballo, pero seguíamos. El canto era impresionante. Para aquellos que vivieron los Intensos Despertar, ¡más o menos parecido!
Llegamos a la puerta de Surya Kshetram, la casa de Shivamai, y como era de esperarse el coche se detuvo y no arrancó más.
Shivamai nos miró, y dijo:
“De esto, ¡ni una palabra a nadie! Ahora se van a Shanti, se acuestan a dormir, y mañana piden una grúa.”
 
Pasaron muchos años sin contar esto a nadie, cumpliendo el mandato que nos dio, pero hoy ante la posibilidad de poder contar cosas hermosas que nos sucedieron al lado de Shivamai, creemos que es momento de compartirla con todos y que así como nosotros tuvimos la experiencia directa de la fuerza del canto, además de estar al lado de un Ser como ella, sepan todos que ese poder sigue allí, y que si tenemos fe y fuerza, lograremos con Su ayuda, lo que nos propongamos.

Sat Gurunat Maharaj Ki Jay
Con amor, al Servicio del Ser
Leer más...

viernes, 30 de julio de 2010

El Guru y el Sol

de Radheshyam Carlos Garófalo

¡Feliz Guru Purnima! ¡Auspiciosa fecha para compartir esta hermosa propuesta!
¡Me sorprendí al ver la foto que encabeza el blog! Yo tuve el enorme honor de sacarla en Mendoza para las jornadas "Humanidad 2000" en 1992, que incluyeron la expedición a la etérea ciudad de Isidris. Fue un viaje cargado de magia y "experiencias directas". ¡Intentaré colaborar con el blog con innumerables anécdotas como seguramente todos sus hijos harán! Y como breve participación quiero relatar el episodio de la foto en cuestión.

En una de las recorridas en grupo junto a Shivamai (Sra. Shiva por entonces) llegamos junto a un claro, un pequeño valle. El sol abrasador de la tarde recortaba con fuerza cada imagen de ese espléndido marco natural. Como siempre fue habitual al grupo de aprendices devocionales que le seguíamos a sol y a sombra, nos encontrábamos perdidos en esa alegría tan particular que permitía su compañía. Levanté la vista y la vi, sola en medio de ese enorme llano, sentada en una pequeña piedra, de su mano derecha apoyada en su rodilla colgaba como extensión del cielo su rosario Japa Mala. La imagen era conmovedora y potente, su cara hacia el cielo evidenciaba su profundo estado de conexión y entrega, sentí el llamado. 

Dudé muchas veces antes de entrar a ese valle e invadir ese espacio sagrado pero la sensación del deber fue más fuerte. Cuanto estaba yo a unos treinta metros abrió sus ojos y le mostré la antigua y voluminosa cámara de fotos en un reverencial pedido. Por supuesto accedió con una sonrisa y pude realizar unas tomas.
El majestuoso sol de su presencia sigue recortando las formas de lo natural en este valle y mi agradecimiento es cada día más grande.
 
¡Gracias Madre! Gracias divina madre por abrir el humilde loto de mi corazón.
¡Sat Gurunath Shivamaiji ki jay!!!
Leer más...

miércoles, 21 de julio de 2010

"Si uno es devoto del Guru, todo es posible": Shivamai, por Swami Nityanand

Era mayo de 2008, centenario del nacimiento de Baba Muktananda. En Shanti Mandir, el ashram de Mahamandaleshwar Swami Nityanand en India, se recordaba a Baba con festejos. Había más de veinte argentinos presentes.
Gurudev pidió a uno de ellos, Ravidas -marplatense- que hablara sobre Shivamai. La mayoría de los devotos locales no la había conocído -de hecho, la gente ni siquiera podía entender qué hacía esa cantidad de personas de un lugar tan lejano y desconocido como Argentina.
Ravidas habló un poco sobre Shivamai. Luego, Gurudev Nityanand tomó el micrófono y habló sobre ella también. A continuación, un extracto de lo que dijo.

Permítanme una presentación de la maestra, Shiva. Durante la mañana se habló de la palabra entrega. Como pueden ver, hay cerca de cien personas del este y algunos más vendrán la semana entrante. Cuando Babaji regresó del segundo tour mundial en 1976, alrededor de 300 ó 400 personas habían venido de países extranjeros. Habíamos visto algunas personas, ¡pero tantas juntas! Desde 1978, Babaji permaneció en Ganeshpuri mismo. Durante esos años, gente de diferentes países vino a visitarlo; algunos por dos o tres días, algunos por una semana, algunos por un mes, y algunos se quedaron allí con Baba durante un año o dos, en su compañía. En 1978, la maestra sobre quien hablamos vino con su marido a Ganeshpuri. Esta gente que ha venido lo ha hecho cruzando dos continentes, Argentina, que se encuentra en Sudamérica y luego África. Creo que debe haberles llevado alrededor de cuarenta horas llegar hasta acá. Cualquiera seguramente lo piensa antes de volar tan lejos y en un avión que ni siquiera tiene vuelo directo: primero va de su país a otro país, y luego a África, y luego a Mumbai, y luego hasta aquí. No sé cómo era entonces, allá por 1978, estoy hablando de cómo es ahora.

Cómo llegó Shiva a saber de Babaji, no lo sé, pero vino y se quedó aquí por tres semanas o un mes en Ganeshpuri. Babaji le dijo que se fuera y transmitiera su dhyan (meditación) y enseñanzas. Así fue que comenzó el trabajo de Babaji de acuerdo a cómo él le había dicho. Ella vino a Ganeshpuri y también fue al ashram de Nueva York en South Fallsburg dos o tres veces en 1979, 1980 y 1981. Sé un poquito de su historia porque la swami cuyo nombre es Kripananda solía hablar español, de modo que había una relación, una amistad entre ellas. Shiva solía tener muchas kriyas (1). Entonces, cada mes, Babaji solía recibir cartas describiendo cómo ocurrían. Swami Kripanandaji solía dar una charla en el intensivo de dos días que siempre teníamos. Era a las 2 p.m., una charla de 20 minutos sobre Kundalini. A menudo, en cada charla sobre Kundalini había una carta de Shiva acerca de sus kriyas. Y era una broma entre nuestros sadhus que si Kripananda no hablaba sobre la carta de Shiva en la charla sobre Kundalini, esta charla estaría incompleta porque se había vuelto una tradición que habría un intensivo por mes y que en el intensivo estaría esta charla sobre Kundalini, y en ella, se leería una carta de Shiva. Así es como supe de ella por primera vez.

Se dice que Shiva solía hacer grandes programas. Kirtan y música eran sus medios. Con este medio atraía gente hacia el camino Siddha. Se dice que en su tiempo, cerca de 1500 a 2000 personas se juntaban para sus satsangs.

Cuando en julio fuimos dos semanas a Argentina, mucha gente asistió a satsang. Es por eso que hablé de entrega. Babaji le dijo, tú ve y hazlo, y ella lo hizo. No pensó en ello. Lo hizo porque su Guru le dijo que lo hiciera. No pensó cómo ocurrirá, qué pasará, quién vendrá. El Guru dijo que debía ser hecho y ella lo hizo. El fruto de eso es que hoy miles de personas están en el camino haciendo bhajan, meditación y kirtan.

Shiva había ido a reunirse con nosotros en Nueva York en 1998 y luego en 2000. Más tarde, en enero de 2001, cuando nos hallábamos en la Kumbha Mela en Allahabad, Viviana -que está traduciendo en este momento- llamó para decirnos que Shiva no estaba nada bien y a los pocos días, Shiva dejó su cuerpo. Falleció en 2001. Durante algún tiempo se preguntaron qué hacer y luego continuaron haciendo satsang. Esta vez, cuando fuimos en julio, el satsang fue magnífico.

Algunas personas se reunieron y se dieron ánimo mutuamente para venir aquí. La situación económica en su país no es muy buena. Algunos incidentes ocurrieron hace algunos años, y a pesar de su pobre condición económica, pensaron que debían venir acá para participar en esta celebración. No sé cuántos han venido. ¡Kamal! ¿Cuántos de ustedes de Argentina? Alrededor de 22, 25 personas han venido de un país, dos continentes más allá. Así que uno puede pensar que el numero de de gente de India es muy pequeño comparado con eso. Que ellos ni siquiera conocieron a Baba en el plano físico. Como Ravidas dijo, creo que hay muchos, de hecho, ninguno de ellos conoció a Babaji. Sólo Shiva lo conoció, y otras 2, 4 ó 5 personas más.

Una de ellas dijo que un día fue a la casa de Shiva porque alguien le había contado. Dijo que olió cierta fragancia, pero no tuvo coraje para preguntar. Dijo: “¿Qué podría haber preguntado? Fui a la casa de alguien y pensarían que estoy loco si les pregunto qué era esa fragancia. Cuando fui por segunda vez, allí estaba la fragancia de nuevo, entonces le pregunté a Shiva: ‘¿Qué es esta fragancia en tu casa?’ Ella dijo ‘Entra’. Me llevó a su habitación de puja. La fragancia provenía de allí. Entonces fui a Nueva York y conocí a Babaji.”

Mucha gente que estuvo con Babaji piensa que, si uno pone Hina o Khus, habrá fragancia. Se venden en nuestro Puma Samagri y la gente lo usa, se aplica en la estatua aquí también. También sentí esta fragancia desde mi infancia en el auto de Babaji, en sus cosas, en su dormitorio. Cuando éramos jóvenes, nosotros también pensábamos que era la fragancia del perfume o incienso o que debía de haber algún objeto con fragancia, y que Baba lo ocultaba. Pero lentamente, lentamente, lentamente estando con él entendí o experimenté que era la fragancia de su santidad.

Baba solía contar la historia de de un santo que había en Maharastra y que se llamaba Zipruanna. Zipruanna solía estar desnudo y sentado sobre una pila de basura y Baba decía que, a pesar de eso, su cuerpo nunca emitió olor nauseabundo. Que emitía fragancia. Algunas personas piensan que deben colocarse talco o esto o aquello, pero Baba solía decir que si nos hacemos puros desde adentro a través de sadhana-bhajan, meditación y canto, entonces la fragancia que está allí en el interior será llevada con nosotros al mundo. La fragancia será lograda en el lugar de la gente que mantiene la Shakti despierta. No comprenderán qué es la fragancia, pero podemos sólo adivinar la experiencia de Shakti que un buscador desea o anhela, y cuando su vida se vuelve pura y sátvica, entonces su vida también se vuelve fragante.

Entonces, ésta es una breve presentación de Shiva, a través de quien todas estas veinticinco personas hoy han venido. He visto en todo el mundo que, ya sea que llames a la persona “líder” o “guía del camino”, es por la entrega de esa persona que los demás se unen en satsang. Mahamandaleshwar Swami Brahmanandaji Maharaj solía decir que es muy bueno que tú mismo cantes, pero que al mismo tiempo, es un gran mérito hacer que otros canten.

Ravidas dijo poco, pero yo dije mucho. Dije mucho porque estuve en Argentina en julio durante nuestro tour mundial. Oír acerca de esto es una cosa, pero al verlo con nuestros ojos, sentimos en qué palabras se puede explicar lo que una persona hizo. Si uno es devoto del Guru, todo es posible. Hasta que no vemos eso, sólo podemos imaginar. Luego de verlo, podemos pensar que nada es imposible; todo es posible.

(1) Movimientos de energía sutil por efecto de las prácticas espirituales.
Leer más...

El Valor de la Experiencia


En sus programas, Shivamai nos contaba sobre tantas cosas.
Ella hablaba como puede hacerlo cualquiera que haya leído algunos libros y tenga buena memoria. Sin embargo en sus charlas pasaba algo diferente.
Shivamai podía hablarnos de la mente en perfecta calma; de turiya, el cuarto estado de conciencia que trasciende a la mente, y también del quinto, sexto y no sé cuántos otros estados que están más allá; de otros mundos - Shivaloka, Siddhaloka, Vaikuntha y de la visión de las deidades y seres que moran ahí; de la experiencia de la muerte; de los poderes –siddhis- que se manifiestan a lo largo de la sadhana; de los varios cuerpos, de la perla azul; de los chakras, los nadis y kundalini; de la experiencia del Ser, de sentirse uno con el todo, y de quién sabe cuántas cosas más.

Como dije, en sus charlas pasaba algo diferente. Lo notábamos porque, por complicado que fuera el tema que ella trataba, en los que la escuchábamos se producía un entendimiento interno, un clic en algún lado dentro nuestro que no pasa en una conferencia común.

Algunas pocas veces ella aclaró algo que para mí es la causa de esta diferencia. Algunas pocas veces ella nos dijo que todo lo que nos explicaba, lo contaba desde la experiencia propia.

Tan distinto a lo que hace cualquiera que haya leído algunos libros y tenga buena memoria.
Leer más...

martes, 20 de julio de 2010

Quién es Shivamai


Hacía varios años que conocía a Shivamai y desde el primer día trataba de estar presente en todos sus programas, en especial haciendo servicio.
Una noche, en un sueño, participé de uno de sus programas pero de una manera muy diferente a todo lo vivido hasta ese momento.

Llegaba muy apurada a chequear los ultimos detalles previos a un programa. Desde afuera del salón escuché su voz, ya había empezado. Entré al salón para dar una mirada final y en la media luz ví con enorme sorpresa, ¡sobre el escenario al Señor Shiva! ¡Sí! Enorme, sentado sobre su piel de ciervo. El color de su piel era gris humo; podría describir cada uno de los músculos de sus brazos. Las serpientes vivas giraban alrededor de su cuello. Al ver a semejante Ser sentado sobre el escenario, salí corriendo, agitada, el corazón galopaba y apenas me salían las palabras para decirles a mis compañeros lo que había contemplado dentro. ¡El Señor Shiva! ¡El Señor Shiva estaba en el salón!

Me desperté asombrada, exhaltada. Había sido una experiencia única, inolvidable. Pero lo mejor vino al día siguiente. Cuando le conté mi sueño a Shivamai, ella me dijo: “¡qué bueno, estás empezando a darte cuenta quién soy!”

La Guru Gita, texto milenario dedicado al Guru que me enseñara Shivamai, en su
śloka 54 dice:
“Svadeśikasyaiva śarīra cintanaṁ / bhaved anantasya śivasya cintanam,
Svadeśikasyaiva ca nāma kīrtanaṁ / bhaved anantasya śivasya kīrtanam.
Contemplar la forma del propio Guru es contemplar al infinito Shiva.
Cantar la gloria del nombre del Guru es cantar la gloria del infinito Shiva."
Leer más...

viernes, 16 de julio de 2010

Canto de Shivaya Namah Om

Para darnos la bienvenida a este blog, Shivamai cantando como sólo ella podía hacerlo. Gracias SiddhaRobert por subir esto a Youtube!



. Leer más...